A muchas personas les encanta usar crocs por su comodidad, forma y colores divertidos. Otras, en cambio, les parecen horribles y además afirman que les generan mal olor en los pies.

Estos zapatos no garantizan la seguridad del talón. Cuando éste tiene una base inestable, los dedos de los pies tienden a hacer más esfuerzo lo que puede conducir a tendinitis, problemas en de uñas, callos y el empeoramiento de deformidades

declaró Megan Leahy, una reconocida podóloga del Bone and Joint Institute de Chicago, para el Huffington Post.

El especialista Alek Kor, especialista del American Academy of Podriatric Sports Medicine afirma que los daños que provocan no solo alteran la fisionomía del pie sino que pueden poner en riesgo la vida.

Accidentes en escaleras eléctricas
Los niños son quienes pueden resultar más afectados por usar este tipo de zapatos.

En 2008, un niño de 4 años de edad, que usaba este tipo de calzado sufrió daños graves al atorarse su pie en una escalera mecánica en el aeropuerto de Atlanta.

A raíz de este suceso y varias denuncias a nivel mundial las estaciones de metro, centros comerciales y aeropuertos han puesto en alerta al público de no usar crocs en las escaleras eléctricas.

El especialista Kor explica que este fenómeno ocurre por los materiales con los que están hechos (plástico) y el agarre que tienen en las suelas, hace que se queden atorados

Daños al pie
La parte posterior de este calzado, la cual es abierta, no brinda la contención necesaria

El talón solamente es sostenido por una correa de esta manera el tendón de aquiles una de las fibras más débiles del pie sufre el riesgo de quebrarse causar dolor o un esguince.